O ESO OPINAN ALGUNOS DISEÑADORES…

     La semana de la moda de Valencia (VFW) debería ser el escenario donde todos los diseñadores de esta tierra muestren orgullosos sus diseños. Pero la realidad es otra: cada vez más diseñadores optan por no mostrar sus creaciones en ella. Algo no funciona bien. Y es que buena parte de los pocos creadores conocidos fuera de Valencia, o bien nunca desfilaron o fueron abandonando la pasarela: Francis Montesinos, Javier y Javier, Enrique Loadres, Valentín Herráis, Marta de Diego, Presen Rodríguez… los últimos en abandonar han sido Dolores Cortés y Hannibal Laguna, con lo que la lista de conocidos se reduce a uno, Álex Vidal.

La Valencia Fashion Week se ha visto salpicada de polémica de nuevo en esta pasada X edición. El modelo de gestión es uno de los principales puntos de controversia. Un diseñador, Álex Vidal, (con el que hemos intentado ponernos en contacto varias veces pero ha sido imposible) es el encargado de controlar los recursos, tanto públicos como privados, que sirven para financiar la pasarela.

Es un hecho ya que no existe un concurso público que decida quién organiza la Valencia Fashion Week. Los 900.000 euros que salen del Instituto de la Mediana y de la Pequeña Empresa Valenciana (IMPIVA) para este acontecimiento van destinados a la asociación de la Semana de la Moda de Valencia de la que Vidal es el presidente. No es la primera vez que se critica la gestión de Vidal. En 2009, la asociación DIMOVA, que agrupa a diseñadores valencianos entre los que destacan Dolores Cortés, Hanníbal Laguna y Francis Montesinos ya pidió más imparcialidad en la organización de la pasarela y que ésta no estuviese en manos de un solo diseñador, sino en manos de muchos gestores.

El elevado coste público que tiene la pasarela es otro de los aspectos que se ha sacado a relucir en esta edición. Aunque se ha reducido un 10% la financiación pública (en 2010 fue un millón de euros), pues desde que se abandonó la denominación «Pasarela del Carmen» el presupuesto se ha multiplicado por 14.

 Sin concurso público, la asociación que preside el diseñador Álex Vidal, recibe 952.000 euros de dinero público para organizar la Valencia Fashion Week, de la cual él es el director, gestor y participante.

En nuestro modelo económico, para conseguir un fin determinado, diferentes opciones han de competir en igualdad de condiciones para que aparezca la mejor. Este sistema, protegido en nuestras leyes, se pervierte cuando se da por buena una opción sin contrarrestarla con el resto por el mero hecho de ser propuesta o realizada por una persona de confianza. Así ocurre en nuestras tierras con lo que se refiere a moda valenciana. El diseñador Álex Vidal, reconocido amigo personal de la alcaldesa Rita Barberá (quien ha lucido en más de una ocasión alguno de sus modelos), desde hace varios años se ha convertido, gracias a El Consell, en amo y señor del principal certamen de moda valenciano.

Según una noticia publicada en el diario El Mundo“La Semana de Vidal” (no se encuentra en la versión digital) la Generalitat le ha otorgado todo el poder y las subvenciones para monopolizar la Valencia Fashion Week: Vidal es el presidente de la asociación Semana de la Moda de Valencia, en la cual es indispensable asociarse para poder desfilar en la VFW. Mediante esta asociación, se capturan las subvenciones públicas para financiar los desfiles.

 Vidal no es sólo el presidente de la asociación y el director de la pasarela; también es propietario de una de las marcas que desfilan. Según la información de El Mundo, el grado de fusión en el entorno del diseñador es tal que la asociación y sus empresas privadas comparten domicilio social y ciertas personas de confianza de sus empresas trabaja también en la asociación y en la gestión de la pasarela. Teniendo en cuenta que el Consell ha centralizado todo en Álex Vidal y en su criterio, muchos diseñadores valencianos se han sentido marginados y no quieren tener nada que ver con la VFW ni con su política.

Antonio Moreno, diseñador de la marca La Cantante Calva, nos explica porque lleva varios años sin desfilar en esta pasarela:

«Gastan un dineral en el contenedor pero no en el contenido», afirma. “En lugar de usar el dinero para mostrar el producto internacionalmente como hacen en el sector del zapato, o financiar la creación de talleres para coser los diseños lo usan para gastar en farándula». Según Moreno esta política acabará estancando al sector. «¿De qué sirve todo lo que organizan si el diseñador no puede poner en práctica sus diseños porque no tiene medios?» , pregunta. Añade que con las subvenciones han comprado el silencio.

Respecto al comité de selección de diseñadores para esta pasarela, casualmente, relata Moreno «son profesionales de los medios en los cuales VFW invierte mucha publicidad». Una vez seleccionados, los diseñadores han de hacerse socios de la asociación de Álex Vidal «obviamente para justificar las grandes subvenciones que recibe la asociación», nos aclara Moreno. «Los diseñadores de mi generación han cerrado sus tiendas. Por ejemplo Tonuca o Noelia Navarro (Nona) que tenían tiendas, ahora han pasado a tener sólo un taller», continúa el diseñador. «Con el dinero público deberían crear industria porque los diseñadores somos también empresarios y debemos sustentar nuestro negocio».

 Sin embargo, nuestra alcaldesa no ve las cosas como Moreno. Rita Barberá subrayó que la Semana de la Moda de Valencia se ha convertido en la «segunda gran pasarela de España» debido al «esfuerzo» de sus organizadores y de la «gestión profesionalizada».

 Asimismo, destacó que se incluye el «concepto industrial y comercial, es decir, que no solamente se queda en el diseño y la creación, sino que intenta meter esa industria en el camino posterior para que llegue a todos los ciudadanos», afirmó.

 En esta X edición han desfilado «grandes conocidos del mundo de la pasarela», entre los que la alcaldesa destacó la presencia de Nicolás Coronado Dominguín -hijo de José Coronado y Paola Dominguín- que se estrenó en la ciudad.

 La alcaldesa aseguró que la VFW fue una «semana muy intensa», y afirmó que es «fuente de inspiración para otras iniciativas similares que copian la de Valencia». Añadió que a lo largo del año pasado, se superaron los 15.000 visitantes y los 300 medios de comunicación acreditados.

 Álex Vidal se justifica asegurando que la gestión de la VFW no sale a concurso porque fue el «su creador». También afirma que ninguno de sus empleados cobra de la asociación, la cual, según Vidal, tampoco «cobra ni un euro» y justifica que, en lugar de los 68.000 euros que costaba la Pasarela del Carmen, la VFW recibe 952.000″porque tiene repercusión internacional al ser la segunda pasarela de España».

 La historia de cómo Vidal «crea» la VFW se remonta a 2007 cuando Francis Montesinos criticó públicamente la Semana de la Moda de Valencia, antes Pasarela del Carmen, organizada por el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (IMPIVA). Como el sector de la moda no quería que Impiva controlase los desfiles, Álex Vidal fue a hablar con el actualmente reelegido presidente de la Generalitat y lo convenció para que Valencia tuviese su pasarela. En 2008, incluso antes de que se firmasen los estatutos de la asociación Semana de la Moda de Valencia de Álex Vida, el Consell ya le ingresó a la asociación 100.000 euros. Ese mismo año, Impiva registró el nombre de «Valencia Fashion Week» y la «asociación Vidal» comenzó a explotar esta marca. En definitiva, Vidal convenció a Camps y desde entonces ha tenido el control sobre la pasarela valenciana.

 La subvención de esta última edición ha sido de 900.000 euros por parte de Impiva y 52.000 de la Secretaría Autonómica de Cultura.

 Uno de los golpes más duros de la Semana de la Moda fue en 2007 cuando Francis Montesinos tomó la decisión de dimitir como presidente de la Asociación de Prèt-à-Porter y desvincularse de la Pasarela donde, por primera vez, no presentó colección. El diseñador acusó al Consell de haber «politizado» la pasarela y de «desvirtuar la finalidad para la que se creó».

 El miembro de la organización Josep Lozano dijo que Montesinos se encontraba inmerso en otros proyectos que le impedían participar y que además «cree que es hora de dar paso a los diseñadores jóvenes». Pero esto fue rápidamente desmentido por el diseñador en un comunicado en el que desmentía las «excusas» ofrecidas por Lozano. Montesinos señaló que dimitía porque no podía «dar cobertura a actitudes y disposiciones totalmente contrarias a la filosofía con la que comenzó la pasarela, en su mayor parte, desde instancias políticas de la Comunidad Valenciana» . «Lo que más me duele es que esta pasarela se creó para apoyar a los jóvenes y a la moda vanguardista y ese origen se ha desvirtuado», afirma. «se ha unido el mundo de la industria y se ha dado cabida a los sastres. No tengo nada en contra de ellos, pero ninguna pasarela mezcla sastres con diseñadores. Además se alarga demasiado en días y se hace interminable».

 «Es un gran error querer enfocar la pasarela a imagen y semejanza de la de Madrid o la extinta de Barcelona: nuestro poder de convocatoria no es el mismo. Además existen ya muchas pasarelas convencionales y faltan propuestas diferentes. La pasarela del Carmen cubría ese hueco, por lo menos», añade Francis Montesinos.

                                                                                                                                                                                                                                                      Alex Vidal Colección

                 Juan Andrés Mompó colección                      Francis Montesinos colección